tenía los dedos sobre el teclado sin apretar ninguna tecla. las manos inmóviles. tratando de procesar cada punto de contacto de su piel con el plástico. como esperando a que sus manos escribieran por sí solas. esperando a que los dedos digitasen el sentimiento que llevaba dentro.
comenzó varias frases, todas borradas al instante. no sabía si escribir en metáfora, en forma de cuento o escribir literalmente lo que sentía, y sin embargo, no sabía cuál era su angustía, o porque le urgía escribir. escribir. para quién? se preguntó. alguien leerá lo que escribo? y si así fuera, cuál es el objeto de todo esto? le sirviría a alguien leer lo que escribo? se volvió a preguntar.
los dedos todavía inmóviles. los ojos fijos al papel virtual. se podía escuchar su respiración, y con un poco de esfuerzo, el latido de su corazón. de repente, un suspiro y nada más. cuál es la necesidad de escribir? pensaba, porque no podría hablar con la persona que provoca mi angustia? pensó. la gente no entiende, o mejor dicho no me entiende, se respondió.
los dedos comenzaron a moverse, muy despacio hasta que uno de ellos apreto una tecla. escribió unas palabras, sin sintaxis. trató de unirlas usando conectores y adjetivos. volvió a borrar todo como lo había hecho unos minutos antes. los dedos se volvieron estáticos. es difícil lidiar con las personas, se dijo y sintió los brazos tan pesados sobre la mesa, parecían hundirse en la madera. la mano tan levemente apoyada sobre el teclado. una mirada lejana y una idea que no podía manifestarse. se quedó como estatua viviente unos minutos, que parecían eterno. los pensamientos sin hilo y sin fin, aunque un comienzo extraño.
cerró los ojos. suspiró. dejó su mente en blanco y sin darse cuenta sus dedos empezaron un baile coordinado sobre los botones negros y las palabras en el espacio digital comenzaron a tener sentido.
escribió: tenía los dedos sobre el teclado sin apretar ninguna tecla. las manos
inmóviles. tratando de procesar cada punto de contacto de su piel con el
plástico. como esperando a que sus manos escribieran por sí solas.
esperando a que los dedos digitasen el sentimiento que llevaba dentro...
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