lunes, 29 de septiembre de 2014
Libertad
Desde mis balbuceos metralladores, la libertad se fue acomodando en mi mirar, en mi pecho.
Me libero del dolor, me libero de culpas inexistentes, de dolores inservibles, de maldades ajenas, del egoísmo de los demás. Liberto el amor que tengo para dar. Me libero de vos que me hiciste mal, pero me aferro a él y a ella que engradecen mi corazón.
Las palabras son cada vez menos y más cortas. Ya no hay nada que decir. Me quedé dormida observando el cielo naranja de la noche. El viento me acarició la espalda desnuda y se llevó el desecho. Libertad, es lo que siento hoy, libre.
https://www.youtube.com/watch?v=aPiKjI7-vCs
domingo, 28 de septiembre de 2014
Delia
Se llama Delia, en su infancia era conocida como "didi", ahora a sus 64 años es llamada de Doña Deli.
Delia vive sola. Tiene cuatro hijos, tres mujeres y un hombre, todos adultos y casados con prole. A Delia le encanta cuando sus nietos la visitan. Se siente vivaz y tiene motivos para cocinar.
Delia es viuda. Estuvo casada por 43 anos. Su difunto marido fue su único hombre, aunque tuvo la oportunidad de darle un beso al vecino fornido cuando tenía 16 años, unos meses antes de conocer al padre de sus hijos. Delia solía acordarse de ese beso cuando discutía con su marido. Ese beso ella había decidido dar.
Cuando Felipe falleció por un cáncer, todo el barrio sintió la pérdida. Era un hombre honesto, solidário y justo. Cuidaba de la familia. Delia lo respetaba y, en cierta forma lo admiraba. Sin embargo, nunca sintió las dichas mariposas en la panza cuando Felipe la tomaba en sus brazos.
Desde que Delia vive sola va a misa los miércoles y los domingos, y una vez por semana se confiesa. El sacerdote le aconseja actividades para que no se sienta sola y que ella no necesita confesarse siempre. Es que Delia, nunca confesó que se siente libre desde que enviudó y eso le pesa la conciencia. En realidad, hubiese preferido haber conocido esa sensación de libertad junto a Felipe.
Recientemente, entró en un grupo de mujeres que se juntan a tomar el té, discutir sobre la sociedad de los "jóvenes perdidos", y cuando Doña Marcela lleva los bombones de licor se animan a tener conversaciones más calientes. Delia está encontrándose con sus amigas y está aprendiendo a perdonarse, pero sobre todo a vivir su libertad en paz.
jueves, 25 de septiembre de 2014
El néctar de su flor
Tomó el vino, comió la pizza. Su nerviosismo fue desapareciendo a medida que se iba desinhibiendo por el alcohol.
Se sentía atrayente, sensual, audaz. Movía sus hombros y sonreía como pidiendo ser arrebatada. De vez en cuando, se mordía el labio inferior. El deseo de ser tocada comenzaba a crecer.
lunes, 22 de septiembre de 2014
Canela y sal
jueves, 18 de septiembre de 2014
Carita sonriente
Estaba buscando una información en Internet, no me acuerdo exactamente qué era; de repente, recibo un mensaje en el celular. Quedé un poco perpleja por el destinatario, pero más por lo que aparecía en la pantalla de mi teléfono.
Así, como si nada me escribió. Después de tanto tiempo. Contándome, lo que en ese momento me pareció una tontería.
Saqué cuentas del tiempo que había pasado. Era un poco más de dos meses que ya no nos contactábamos.
Me escribe en pocas palabras, lo que para mí fue motivo de desconcentración por los siguientes días.
No le respondí en el instante, tardé bastante para contestar, aunque fuera un mensaje de "no necesita respuesta".
Lo que me costó entender, aún no lo hago, es porque razón me escribió. Era algo que lo estaba superando. El alejamiento. La separación.
Mi respuesta fue una carita sonriente. No sabía que decir.
No me acuerdo que estaba buscando en Internet. Me acuerdo que mi té se enfrió, y la taza quedó en la mesa toda esa semana, sucia. También recuerdo que estuve unos minutos como detenida en el tiempo, mirando la pantalla del celular, como si estuviera tratando de descifrar algún código. Me imaginé los gestos de su cara mientras escribía el mensaje, pero no cuando leyó mi carita sonriente.
Dos meses sin hablarnos y decide escribirme, diciendo que adoptó un gato. Sabiendo que tengo alergia a los gatos. No supe que responder.
Porque adoptó un gato? Si no le gustaban los gatos, es del tipo de "personas amantes de perros". Fue para contarme que cambió de opinión referente a los felinos, o que nunca más podré ir al departamento viejo porque me puede dar un ataque anafiláctico, o que ya no le intereso, o buscando algún motivo para hablar o discutir conmigo. Jamás lo sabré, porque mi carita sonriente no recibió respuesta.
No recuerdo que información estaba buscando en Internet.
viernes, 12 de septiembre de 2014
Martín y la bicicleta
Esta mañana comenzó diferente, el despertador no tocó, su pila se agotó. Se levantó una hora más tarde, salió corriendo de su casa. En la panadería la nueva moza le dio un capuccino por error. Llegó al trabajo atrasado, unas miradas de desconformidad. Qué estoy haciendo acá? Prendió su computadora y entre todos los e-mails, había uno medio extraño. Después que volvió del almuerzo, decidió ver aquel e-mail. Unos meses atrás había comprado un cupón de colaboración en la que sorteaban una bicicleta, y él lo compró solo por ayudar; pues, había resultado el ganador y tiene que buscar su premio durante esta semana. Llegó a su casa contento, nunca había ganado nada. Entró al facebook y fue a dormir.
Hoy se levantó con una sonrisa. A la salida del trabajo iria a buscar su premio. Ya es hora. Fue en subte, llegó a la cooperativa donde estaría su premio. Era azul marino (como su pantalón), de su tamaño. La tomó por su manubrio y la llevó. Por suerte, en la esquina hay una bicicleteria. La hizo revisar, todo perfecto maestro, vaya andando nomás. Martín se subió a la bicicleta. Pedalea. Reconociendose, qué estoy haciendo? Sigue pedaleando. Martín siente el viento en su cara. La mirada alta, observa el mundo andar. qué estaba haciendo? qué estuve haciendo todos estos años? Martín sonríe al ver cuan rápido ha llegado a su casa. Sube al departamento con la bicicleta en los hombros. La recostó contra el sofá y él se sentó en el piso, la observa.
Este día, irá a trabajar en bicicleta. Bajó, las escaleras con la bici, una mochila que carga un abrigo, unos libros y algunas barritas de proteína. Pedaleando, desvía su trabajo y como una historia de Forest Gump, no deja de pedalear. Sigue andando por la ciudad, esquivando autos y personas. Llegó a un café en el otro extremo de la ciudad, un café taller. Paró para tomar un expreso con medialunas y observar las artesanias que tenía el lugar. Mientras conversa con la muchacha que atiende, se da cuenta que no había ido a trabajar. Claudia, la muchacha, le ofrece trabajo en su café taller, alguien tiene que pintar las paredes.
Martín se levanta a las 7 de la mañana. Usa cualquier remera colorida, unos pantalones y en bicicleta se va al café taller, al otro extremo de la ciudad. Claudia lo espera con un café con leche y algunas galletitas. Los dos atienden el café taller. Claudia cocina y hace algunas artesanias de tela, mientras que Martín pinta lo que tenga que ser pintando, y hace un par de meses empezó a incursionar en la madera. Lo estoy haciendo, haciendo lo que me gusta.
Martín anda en bicicleta y vive.
jueves, 11 de septiembre de 2014
Danza aerea.
miércoles, 10 de septiembre de 2014
Água
Estoy acá otra vez. Lista para sumergirme en esta materia. Dejar que sus moléculas se deslicen en mi piel. Llenarle de dióxido de carbono que sale de mi e inspirar por sobre su superficie. En unos pocos movimientos, mi ser se transmuta a su estado físico. Líquido. Leve. Transparente. Somos água. Somos vida. Soy un pensamiento abstracto mientras nado. Soy água mientras nado.
lunes, 8 de septiembre de 2014
Escribo
Escribo. Escribo lo que siento en el momento. No quiero ofender a nadie. Escribo lo mi corazón quiere gritar. Mi corazón, a decir verdad, es mi cabeza; en fin, mi corazón-cabeza está tan lleno de sentimentos que los tengo que ir vaciando, sino puede explotar. A veces escribo con rabia, otras con dolor (sino es la mayoría), pero siempre con un poquito de amor.
No quiero ofender a nadie. Ni siquiera lastimar o exponer, a menos que diga nombres. Pero si alguna vez lo hice, no fue con mala intención. Mi corazón-cabeza es una ametralladora de palabras sentidas, que llevan consigo amor y respeto, es lo que ellas me dicen y yo las creo. Entonces, escribo.
sábado, 6 de septiembre de 2014
Piensa pensamientos pensados
Si volvía a la realidad, se daba cuenta que no había hablado con nadie, nadie que tuviera autonomía propia. Porque, en verdad, había pasado toda la semana hablandose y hablando con sus personajes mentalmente. Se dio cuenta que estaba esperando en el aeropuerto, con un libro en las manos y el estómago vacío.
Del otro lado de su cabeza, en el lado "real", entre comillas, porque, qué es lo real, estaban ellos. Los dos. Ninguno pensando en su persona, en sus pensamientos. Viviendo cada uno su propia vida. Es mucho trabajo vivir la vida de otra persona, aunque al final uno termina apropiándose de esa vida ajena. Mientras alguien los piensa....y esto se vuelve como el cuento de Alicia a través del espejo, donde el conejo soñaba la realidad mágica de Alicia y ella sonaba la realidad del conejo soñando....son reales. O será que aquellos dos eran una ficción de sus pensamientos? , que cada recuerdo había sido un sueño? Que cada acto consumado habia sido un error neuronal? Nunca lo descubrirá.
Y entre tantos pensamientos no puedo perder el vuelo, que vivir en el aeropuerto no es una opción recomendable.
jueves, 4 de septiembre de 2014
Sola
Había llegado a una ciudad que tenía los mismos colores que su ciudad de infancia. Fue a esa ciudad en busca de conocimiento académico.
Fue sola. Se estaba acostumbrando rápidamente a la soledad.
Recostada en un sillón de un café, con el alcohol subiendo a su cabeza, Cortazar en manos, se da cuenta que llegó a lo que quería. Estar consigo misma en un lugar donde nadie sabe de ella.