Ponele

Ponele que me dieron ganas de gritar a lo loca por la calle.
   Ponele que me pusiera una pollera florida y diera círculos sin parar en el parque...ponele...
   
      Ponele que hoy pierda la paciencia y te diga que tus comentários machistas y denigrantes no aportan en nada, sólo en tu ilusa sensación de hombre hsuperior.

Ponele que me encantaria comer un picole de dulce de leche y recostarme en tu panza; que te distraigas con el aire y que me des besos en la frente.

     Ponele que hoy no tenga ganas de seguir protocolos y me saltee dos pasos del procedimiento...ponele..y ponele que resulte bien.
         Ponele que hoy tome una taza de café a más que de costumbre y que se torne rutina.

Ponele que mire al sol directamente y no me lastime los ojos y que te mire a vos en una mezcla de colores circulares. Ponele que ponga música en mi computadora y baile sin parar.
Ponele que te llame y te diga lo mucho que me hacés falta. Escucharte contar chistes, verte jugar con tus rulos y reírte hasta que te duela la barriga. Y que lo llamemos al flaco alto, para reírnos de su ingeniosa ingenuidad. Ponele.

Ponele que hoy te abrace, como todos los días, hasta dormime en un sueño fugaz; y ponele que de tantos me pierda en tus besos...ponele

     

Por dónde anadarás concentración?

ensayos

ensayos enzimáticos sensibles al manoseo, ensayos clínicos interminables, ensayo como hablar frente al público y me sale mal, ensayos corales de tono agudo y grave, ensayos guitarristicos de doler los dedos, ensayos de publicaciones científicas que no me lo aceptan, ensayo como sonreír.
Todo es un ensayo. Será que antes de vivir esta vida ensayamos en otra antes? O será que este es el ensayo de otra próxima?
A veces cansa repetir los ensayos, y a veces muchos ensayos no son sufientes, igual nos olvidamos el guión. 
Se puede vivir sin ensayar antes?

Viste...

Viste cuando sentís que todos hablan pero no comprendes que dicen...bueno, eso me pasa con bastante frecuencia. Ayer, por ejemplo, fuimos a un parque y nos sentamos en el pasto a charlar y reírnos como alguna película setentosa. De repente, me veo yo sentada como aislada y un montón de gente hablando sobre no sé que. Sentí que no estaba ahí, en la misma dimensión. Ellos no me podían ver, pero yo sí a ellos. Hasta que nos fuimos.
Me pasa en el trabajo también, como que si comenzar a analizar datos fueran el ticket a otro nivel atmosférico.
En realidad, creo que me cansa escuchar el mismo discurso, o discursos parecidos. Que "no tengo novio", pero cuando se conocen con un chico, no cumple con los "requisitos". Que "las minas, son todas iguales, son todas histéricas...",.
Por otro lado, pero al mismo, me pasa con la gente que pretende ser "alternativa". Viste la cara de Droppy, bueno, así se queda la mía cuando escucho la sarta de hipocresías. Para qué, "defender" cosas que en el fondo te dan asco. Por ejemplo, el otro día estaba mirando el facebook y vi un esquema defendiendo la homosexualidad, sólo que el muchacho que lo compartió le da pavor la homosexualidad entre hombres. ¡De qué estamos hablando?! Y esto no es nada, tengo mucho más ejemplos, pero me hacen doler la panza.
Y bueno...entonces me tengo que ir volando, porque para quedarme a escuchar y ver la sarta de hipocresía...no tiene sentido. Seguramente, a vos te pase lo mismo, porque no son todos así, sólo que pareciera que son la mayoría. Por lo que a veces, me siento sola en los viajes astrológicos, capaz me quieras acompañar, o capaz si charlo con vos no tenga que salirme de este plano. 

unidos

Se fueron los dos, caminando, como si nunca hubieran escuchado el tumulto causado por las explosiones coloridas en el cielo azul marino.
Abrazados para protegerse de la inusual brisa fría de una noche de verano, mas disfrutando del roce de sus pieles. Doblaron una esquina, esquivaron unos hombres de la calle que descansaban bajo la luz de la luna, esta vez tan luminosa como el sol al atardecer. Al llegar a la cuadra que guarda tantas pisadas de ella, él no tuvo suficiente energía para que su pensamiento se torne en voz audible y decir  "Qué linda noche! y los fuegos artificiales! Me hacen recordar las fiestas que hacíamos en mi país". Llegaron al portón de su edificio. Buscando una excusa para tocar su rostro, él le acomoda los cabellos enredados por el viento. Sacó la llave de su cartera, la colocó suavemente y entorpecida en la cerradura. Su mirada gitana lo invitó a entrar. En el ascensor las miradas dispersas se encontraron haciendo explotar partículas del aires. Chispas de nueve pisos cegarían al próximo que se subiera al sube y baja.
Lentamente, él atrás, ella dirigiendo la entrada al hogar. Se tomaron de la mano en la que llevaban las alianzas, uno llevando al otro y viceversa. Un beso furtivo, les hizo recordar el día en que se conocieron, hace seis años. Alejaron sus labios y jugueteando, fueron a dormir sellando su unión cotidiana.

Sendero

Sendero azul. Senderos grises. Senderos. Rojos y verdes, como la Navidad. Senderos por donde andan los perros. Sendero del monte. Sendero uniendo vecinos. Senderos profundos, leves, frondosos. Sendero oscuro. Claridad entre los senderos. Huellas de senderos. Tierra y pasto. Amarillo de las flores. Escondite y escapatoria de juegos. Secreto del amor. Sendero eterno, sendero corto. Sendero con desvío. Sendero encrucijada. Sendero espiral. Juego matemático. Descanso al borde del sendero. Espacio para la carreta. Sendero angosto. Sendero en bajada y en subida. Sendero de curvas. Sendero de piedras y flores. Senderos y senderillos. Sen-de-ro. Trilla. Senda. Atajo. Camino. Camino entre los árboles por el sendero hasta llegar al otro extremo de mi camino. Sendero azul.

En la cuerda

Glorioso día. Repetía una y otra vez. Había logrado caminar sobre la cuerda. Dos pasos al frente.
Fantástico día. El sol no descansó. Había dejado marcas de melanina en su piel blanca.
Fue corriendo hasta la heladería, se enfrió el cerebro por el profundo sorbo. Limón y dulce de leche.
Lindo día, las nubes blancas contrastaban el cielo. Algunos pájaros en el cable de tv. "Si tan sólo estuviera ahí" recordó. Ya no se acordaba bien las líneas de sus manos, el exacto color de sus ojos, si eran marrones miel o marrones tierra.
Glorioso día. Había logrado caminar sobre la cuerda floja. Dos pasos seguidos, después de tres intentos durante esa tarde. Pena que no estuviese allí y verla flotar en el aire.
Apenas podía distinguir su rostro en el mundarel de recuerdos y memoria. El helado terminó. Tal vez, resuelva volver caminando por el cordón cuneta; tal vez, esperará ver los pájaros desafiar la gravedad.
Si tan sólo estuviera allí. Decidió volver caminando por el césped, hasta su casa para recordar como era su rostro y el color de sus ojos marrones; tal vez ya haya terminado los deberes y acceda a jugar en la cuerda floja. Tal vez, se siente al lado de su amigo y tome su mano, como de costumbre.