Mirarse

Cuando miro al espejo, me veo. Nada más que yo.
Cuando te miro a los ojos, te veo, y me veo viendote.
Cuando camino sola, llevo mi peso y mi velocidad.
Cuando camino con vos, coordinamos ritmos y compartimos el peso.

Cuando estoy sola, soy feliz, pero a veces me siento solitária.
Cuando estoy con vos, soy feliz, pero a veces me siento sofocada.

Cuando entrelazo mis dedos, es porque estoy nerviosa o tengo dudas.
Cuando entrelazo con los tuyos, es para jugar o para darte cariño.

Tu compañía a veces me hace mal, pero siempre es buena.
Tu compañía me pone a prueba, me desafía, me energiza, me apacigua, me hace crecer, me hace descubrir quien soy.

Cuando me miro al espejo me veo.
Cuanto te miro a los ojos, me veo y te veo, y nos vemos.

Todo eso que no aburre

Se puede y quizás, se deba ser feliz en la soledad.
Con una misma.
Pero es tan deleitante sentir tu piel.
Perder los dedos por dentro de todos los pelos que cubren tu cuerpo.

No me hace falta compañía para recorrer el mundo.
Lo hago yo misma.
Pero es tan vivificante esconderme en tu abrazo.
Perderte entre los recovecos de mi cuerpo.

Tengo tiempo suficiente para aprender mil idiomas.
Me sobre tiempo estando sola.
Pero tu boca, tus ojos, tu nariz, tus orejas, tus mejillas.
Y todo eso que no me aburre.

Estoy mucho más tranquila en la soledad
Con mi libertad, con mis movimientos, en mi velocidad.
Pero tu cabeza, tu espíritu, tus charlatanerías, tus verdades, tus maravillas.
Tu existencia en el mismo momento y espacio que la mía.

Y como dejar pasar eso.
Si con vos aprendo.

Ganas de apretarte!