Cuando cerraste los ojos, te susurré un secreto pero no escuchaste. Estabas dormido con los dedos enmarañados y yo dibujé sobre tu espalda fría.
Nada de esto es real. No estoy en tus crónicas. Ficción con un toque de física newtoniana. Tu cuerpo yace en el colchón desgastado, pero yo no estoy en tus sueños.
Quizás sea el tiempo de levantarse y tomar un baño de luna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario