martes, 26 de junio de 2018

La belleza de mujer

Tiene tetas pequeñas, un cabello corto, caderas prominentes, una piel que no seria elegida por una publicidad de cremas, dientes torcidos, una sonrisa brillante y ojos oscuros. Anda por las calles como quien no quiere la cosa, entre terciopleos y gafas vintage, la gorda ralentiza el tiempo.

Una nariz puntiaguda, una altura inalcanzable, nalgas tímidas, brazos de una largura suficiente para abrazar todo el planeta. Esa muchacha da pasos alargados y su piel blanca se ilumina con los rayos del sol. Parece bailar el swing de la vida. Nadie tiene coraje de detenerla.

Se viste con todos los colores del arcoíris, sus ojos verdes se pierden entre las ropas. Su cabello voluminoso tapa su rostro pecoso, y se recuesta en los grandes senos. Su ancha cintura disimula su ancha cadera. La petisa camina de pasos cortos y fuertes. El suelo tiembla ante semejante vivacidad.

Mirada profunda, palmas blancas, piernas largas, boca sobresaliente, cabello duro. Una cadera que balancea al andar, un ombligo grande que se esconde detrás de la blusa apretada. Ella anda como surcando el tiempo-espacio. 

Ah! esas mujeres que saben de su poder. Ah! esas mujeres que no le tienen miedo al imperialismo de la belleza en frasco. Ah! esas mujeres que entienden de que se trata todo esto. Ah! esas mujeres que descubrieron su propia poesía.





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