viernes, 27 de marzo de 2015

Duende

Se había escondido detrás de un árbol. En aquel parque famoso. No quería salir.
Un duende se acercó y le preguntó "hola, qué haces escondida?", " tengo miedo ", " miedo? a qué?", "es qué por segunda vez me entregué a alguien y terminé sufriendo". El duende, que era pequeñito y de ojos grandes la observó con extrañeza. " Eres hermosa, como aquella mariposa", la niña metida aún más en el árbol, no entendía. "Eres hermosa, por ser viva. Eres vida. Y eso es lo que importa. Estar vivos y vivir. Si te quedas detrás del árbol, no vas a vivir y te perderás de la hermosura, de la maravilla, de la magia", "pero también existe el dolor, la maldad, y esas cosas que te dejan triste". El duende sonrió y muy sabiamente, le respondió "todo depende de tu actitud...al dolor, desafialo con un abrazo; a la maldad, con la bondad; y a esas cosas que te dejan triste, sonríele. Y por sobre todo, ama. A vos y los demás, y así vivirás".
El duende se fue, y ella se despertó.
Se despertó a la vida.

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