viernes, 3 de mayo de 2019

matrix

Anoche llegué en casa con hambre, comí todo lo que había en frente...casi nada, pues mi casa y mi comida se tornaron minimalista, un poco queriendo, otro poco por las circunstancias.
Me puse a buscar una serie en netflix que fuera simple, graciosa, que no me hiciera pensar. Y ahí estaba yo, sentada en el piso, comiendo tapioca con algunas hojas de PANCs* y viendo una serie que no me hacía reír pero tampoco la podía dejar de mirar. Fui a dormir tarde. Sueños raros, sueños descontrolados. Me levanté temprano, comí un mango y me dirijí al trabajo. Atendí lo que debía atender y fui a la cafetería de enfrente a pedir lo mismo de siempre: un café doble y un sanguche de verduras (es lo único vegano que tienen para ofrecerme).
Y ahí estaba yo, sentada en la última mesa que da al patio, recibiendo algunos pocos rayos de sol. Fue cuando percebí que no me acordaba cuando había sido la última vez que el sol me pegase el rostro, me di cuenta que hace semanas mi vida se desarrolla entre cajas de concreto, mi depto, las clases, mi sala que es un cubículo.
No veo el sol, no siento el viento en la cara, estoy cansada, no tengo energías para pensar en chistes menos la tengo para salir a pelear. Así va ganando el sistema opresor, nos va agotando de forma gradual, nos va succionando hasta la última gota de sanidad. Así no hay fuerzas para contestar y acabamos aceptando cualquier cosa que nos ofrecen, menos aquello que nos merecemos.
El café fue bajando, el viento enfriándome la piel, y me llevaron a los momentos en que viajé sin rumbo dejando todo atrás. Quiero dejar todo de nuevo, para alcanzar la nada, y ser libre otra vez. El mundo es tan bello y tan grande para pasar el resto de mi vida entre cuatro paredes muertas y con tóxicos llamado de pintura sintética. Quiero apreciar la magnificencia del planeta y sentir que vale la pena vivir, porque de la forma en que vivimos, alienades, con deudas, con anhelos y superficialidades, eso no es vivir, eso es sobrevivir la matrix.
Llegando a mi sala, un grupo de funcionarios realizaban ejercicios físicos funcionales, aquellos ofrecidos por las empresas para que la gente no se deprima y continúe produciendo. Entre al cubículo y estoy yo acá escribiendo...cuanta ironía.



*Plantas Alimenticias No Convencionales

No hay comentarios:

Publicar un comentario