lunes, 28 de julio de 2014

era una vez

Era una vez una muchacha. Una sola y nadie más. Sin el sodero de las mañanas de domingo,y ni siquiera el bicicletero de la esquina. Era ella y nadie más; y una vez, sólo una vez decidió no llorar más por aquel.
Aquel, era un hombre muy ocupado, con miles de complicaciones y trabas en su camino. Aquel, no lloraba por aquella muchacha , pero cada minuto que pasaba jugueteando con sus dedos y su cabello (los de ella) él era feliz.
Ella, por su lado,  cuidaba de su corazón (el corazón de él), y cada día que pasaba, la muchacha se enamoraba más del hombre.
Pero, una vez, y sólo una vez, decidió no llorar más de amor, en realidad por falta de amor. ..
Era una vez una muchacha que amó una vez a un hombre (así de cliché)

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