miércoles, 11 de junio de 2014

esas vueltas

Volver. Volver siempre es un proceso delicado. Pareciera volverse en el tiempo, ya que nada transmuta...lo que no significa que sea malo. Quizás, porque el tiempo que se deja pasar entre cada vuelta no sea lo suficiente; no son tiempos geológicos.
Volver, volver a un lugar físico, a un espacio cósmico, a una rutina antigua, a un sentimiento supuestamente olvidado. Volverse. Es un proceso delicado.
Volver y observar. Observar y analizar. Analizar y reflexionar. Pensarse en cada posición, en cada circunstancia de esa vuelta, es un proceso de intrincados pasos que pueden llevar a una ruptura del viaje...o por el contrario, resurgir a un nuevo desenlace.
Sin embargo, pareciera que todo sigue igual. Las paredes con el mismo color, los muebles en el mismo lugar, las personas andando por el mismo camino. Quizás, porque el tiempo es biológico.

Volverse, observarse, analizarse y reflexionarse son procesos de intrincados pasos. Volver y ver que todo es igual, por lo menos, en su exterior es una información que puede ser quisquillosa, ni pensar en su interior.

Volver. Es difícil volver.

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