Nos confundimos, nos perdemos, nos desorientamos. Colocamos nuestra energía en cosas efímeras, superficiales creyendo que aquello es lo que vale. Lloramos por traiciones, por mentiras que sólo afectan a uno y nadie más. Pero, ya no más. Ya no más. Hermano mío, ya no más. Iremos a luchar.
El hueco que siento en el pecho, no se llena con los besos de un hombre. Son los besos de hombres, mujeres y niños latinos. Ya no más. No más miedo. Hermano mío, no más miedo. Encaremos nuestro destino. Está en nuestro ADN, somos lucha, somos tierra colorada, somos selva, somos el pueblo, somos la música. Es tiempo. Es tiempo de pelear por nosotros, basta de opresión, basta de desnutrición, basta de muertes para pagar una deuda de unos pocos.
Hermano mío, es tiempo, es el momento. Ya no más miedo. Ya no más dolor. Estamos juntos hermano.
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