lunes, 10 de noviembre de 2014

Desorden

Te amo. Te amo. Esas fueron sus palabras, y ella se asustó. Qué responder? Yo también, sin mucho entusiasmo.
Pasó todo el domingo decifrando como sucedió el amor. Él se había ido a su casa a esa hora, ella quedó sola entre el desorden de dos amantes.
Te amo. Resonaba en su cabeza. No es común declararse después de dos semanas de sexo placesoro. Él era 11 años más grande que ella, que pensaba que su relación se basaba en trueques de fluidos.
En que punto el amor se separa del placer. Trató de ordenar un poco, sus amigas estarían yendo a visitarla.
Te amo. Si es dicho tomando café tiene una intensidad diferente si lo es dicho durante el coito, o no? Era lo que le preguntaba a sus amigas, ellas experientes en el desamor respondían contradiciendose. Después de todo, depende del que ama.
Te amo, frase tan gastada como tan tenebrosa. Y yo también, respuesta tan común como dolorosa.
Sus amigas se fueron y el desorden quedó, pero ahora también hay desorden en su corazón.

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