viernes, 29 de agosto de 2014

El sueño

Hace unos cuantos meses el sueño decidió vivir por cuenta propia. Queria experimentar el mundo real, el orgánico y dejar un poco el de las sinapsis e iones.
Cuando la noche llegaba y el sueño iba adentrándose al cuerpo de la muchacha, conseguía la forma de escaparse y su viaje nocturno comenzaba.
El sueño paseaba por las copas de los árboles,  sentía el aroma a troncos húmedos. Entraba en casas ajenas y observaba como otros sueños cumplían su deber natural.
Algunas noches, cuando la luna era llena, el sueño sacaba un asunto para conversar con ella. El sueño tenia una admiración hipnotizante por la luna. Las estrellas cuchicheaban por tal atrevimiento.
Mientras el sueño probaba nuevas sensaciones noctilucas, la muchacha lloraba de soledad. Se sentía sola y agotada de tantas noches sin sueño. Creía que su sueño se había aburrido de una mente llena de ingenuidad. Pensó un plan para conquistarlo de nuevo. Hacer deportes oxigena el cerebro, algunas ideas nuevas podrían aparecer. De nada sirvió, el sueño seguía escapándose para ver la luna brillar aunque sea oscura.
Anoche, en cuanto veia al sueño marcharse, la muchacha decidió que esta noche lo va a acompañar.  Seguirá atrás de su sueño para vivir experiencias estelares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario