viernes, 8 de agosto de 2014

negocios

Podría haber sujetado su mano fuerte para que no se fuera, pero estaba débil, no había tomado la leche en la mañana. Entonces se fue, así como si nada. Ella se quedó acurrucada en la cama.
En la noche anterior, ella dibujó nubes coloridas y escribió palabras en otra lengua; él hizo su valija.
Se despertaron temprano esa mañana, ella se quedó en pijamas, él se puso las botas de invierno. Quedaron mucho tiempo abrazados en la puerta. Hasta que se fue. Ella corrió a su cama y deseo haber sujetado su mano más fuerte para que no se fuera.
Ella extrañará a su papá. Él extrañará a su hija. Así son los negocios de la vida.

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